Líder positivo por naturaleza. Palabra autorizada, si las hay, para hablar de este presente de Estudiantes. La Bruja, con un tono que denotaba cansancio, pero también felicidad, pasó por los micrófonos de Radio Gol y contó sus sensaciones. Desde la necesidad de ganar un título, pasando por una catarata de elogios a Vélez, hasta lo injusto que fueron muchos medios capitalinos con el equipo de Sabella. Un Verón auténtico...
-¿Este equipo necesitaba ser campeón?
-Siempre se necesita. Lo que no sabés es cómo puede terminar. Creo que fue justo por lo que venimos haciendo hace tiempo, porque ningún plantel como el nuestro en estos años fue protagonista. Merecíamos algo más y, gracias a Dios, y al fútbol sobre todo, llegó.
-¿Pudiste analizar el partido con Arsenal?
-Del análisis del partido podemos hablar de cómo fue, de cómo se planteó, de cómo jugamos... Creo que ya está, el análisis lo dejamos de lado y nos fijamos, sobre todo, en haber conseguido el objetivo. Fue un campeonato extraordinario en todo sentido. Se disfruta porque soy de La Plata, soy hincha de Estudiantes. Es difícil salir campeón y, sobre todo, es difícil hacerlo en un club donde los recursos no son los que tienen otros equipos denominados grandes. Entonces, se le da mucho más valor.
-¿Hoy es Estudiantes de la Patria, como dijo Sabella en el balcón?
-Tanto en la derrota como en la victoria, en estos últimos años, si mirás la tabla acumulada o la tabla de cada campeonato, Estudiantes está entre los cinco primeros. No bajamos nunca del quinto puesto. Y es difícil mantenerse ahí arriba, porque repasás los equipos y los torneos, y es difícil encontrar equipos que se repitan. Nosotros nos mantenemos. Y eso no es sólo un momento, un campeonato, es laburo, dedicación, y sobre el convencimiento de que con ese laburo que hacemos podemos estar, llegar, pelear... A veces nos puede tocar, a veces no, pero creo que lo importante es perdurar y creo que en estos últimos años lo hicimos.
-Sabella habla de un monumento para los jugadores, el mundo del fútbol reconoce en Sabella a un gran estratega... ¿En Estudiantes se dio el equilibrio justo entre futbolistas y este gran estratega?
-Tiene que haber una conjunción en eso, en el que manda el mensaje y el que lo recibe. En todo hay un secreto, porque el futbolista pasa por momentos, a veces el técnico se tiene que comer esa mala cara del futbolista, tiene que saber llevarlo, tiene que saber dar el mensaje, se tiene que adaptar a lo que tiene y a los inconvenientes que le van surgiendo. Hay mucho en la mente del técnico y de su cuerpo técnico. También tiene que haber de parte del grupo el creer en lo que transmite el técnico. Si vos no creés en lo que te dice el que tenés adelante, es muy difícil que las cosas vayan bien. Y él tiene eso, ese poder de convencimiento, de transmitir todo lo que representa Estudiantes, sus formas, sus maneras. El le saca rédito a lo que tiene.
-El fútbol siempre entrega un premio especial al que no baja los brazos... ¿Le pasó eso a Rodrigo López?
-El fútbol siempre te da una revancha, siempre te da tu momento. El pasó por ese momento difícil, donde recibió críticas y también recibió, de parte del fútbol, algún cachetazo. Su momento fue el de ayer y a nosotros, por ser un compañero, nos pone realmente contentos, porque el de al lado es un hermano, nos comportamos como una familia, y a tu hermano querés que le vaya bien cuando pasa un momento difícil.
-¿A qué hora te acostaste?
-Cuatro y media, cinco menos cuarto...
-¿Y seguís levantándote temprano, como los más viejitos del plantel?
-(Risas) Y, sí... Estábamos con el Chavo mandándonos mensajes hace un rato... Somos los primeros en levantarnos e ir despertando a la tropa.
-¿Cuál fue el momento de mayor emoción?
-Por suerte, con la nena, y también con el nene, tuve la oportunidad en otros lugares de poder disfrutar de estos momentos. El fútbol me permitió involucrar a la familia, que es la que te sostiene. Fue un gusto como padre poder disfrutarlo con mis hijos, algo que por ahí con mi viejo no pude hacerlo.
-Todos festejaron con sus hijos...
-Sí, es algo normal en nosotros. Dejamos involucrar mucho a los chicos, no sólo de los jugadores, sino también de los kinesiólogos u otros colaboradores. La idea es tratar de distender un poco, que no haya tanta presión. Es muy lindo disfrutarlo con tus hijos. Cuando decimos que Estudiantes es una familia no es verso, sino que es una familia en serio.
-¿Sentís que podés estar tranquilo porque transmitiste un legado?
-De a poco sí. Creo que el mensaje de los muchachos que venimos de hace rato, y se sumó un cuerpo técnico nacido en el club, contagia eso. Siempre remarcamos que en Estudiantes lo que no se puede negociar, además de la entrega, es el trabajo. Y en base a eso, construimos todo lo demás. Los muchachos que vienen de afuera, y también los que suben de las Inferiores, se van acoplando a ese mensaje.
-¿Fue injusto el mundo del fútbol con Estudiantes?
-Es complicado luchar o imponer o que puedan darse cuenta de lo que son algunas instituciones o determinados equipos. Cuando se habla de Estudiantes se tira siempre por el lado del antifútbol o de la trampa y se dejan de ver muchas otras cosas. Un logro no llega pegándole una piña a un rival, pisándole los pies o haciéndole un piquete de ojos. A un título se llega, primero, trabajando, haciendo un sacrificio. Estudiantes, por historia, dejó de ser simpático y molesta. Eso no es bueno, porque se dejan de ver otras cosas que ha hecho Estudiantes, que se tendrían que tener más en cuenta.
-¿Te pasa que a veces dan ganas de parar un poco?
-A todos nos pasa. Siempre pasa que hay un momento en que uno dice: “Bueno, ya está, no juego más”, o “me voy a otro equipo” y cosas así. Pero hay que hablarlo. Nosotros nos damos cuenta de eso, que hay un desgaste.
-¿Estás para la Libertadores?
-Más que eso, estoy para las vacaciones. Fue un año cargado en lo futbolístico y desgasta. Ya vamos a tener tiempo para pensar en la Libertadores, ahora es tiempo de descansar...
Párrafo aparte para Vélez...
Verón habló también de su rival. No de Arsenal, sino del equipo que estuvo ahí, peleando palmo a palmo todo el torneo. O gran parte de él: el Fortín de Ricardo Gareca.
“Hizo un campeonato muy bueno. Con esa cantidad de puntos, en otro campeonato, gana caminando. Es un gran equipo, para mí de lo mejor. Es un equipo completo, que no aflojó en ningún momento. Fue un digno rival, estuvo realmente bueno competir con un Vélez así”, dijo el capitán albirrojo en diálogo con El Clásico, el día después del título del Pincha.
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